Y volar y acariciar el cielo con mis manos, y olvidar mi dolor...

Trato de inventar horizontes nuevos, de retomar mis pasiones donde las dejé, centrarme de una vez por todas porque aunque antes me costase verlo, desde hace algún tiempo lo veo con más claridad. Si te soy sincera, si me soy sincera a mí misma, porque no hay nada peor que engañarse a uno mismo salvo engañar a quien nos quiere, no te he olvidado. Ya no te tengo en mi cabeza todos los días, ni eres mi primer pensamiento al levantarme ni tampoco al acostarme, pero a veces...cuándo escucho tu nombre, cuándo ponen alguna de tus canciones favoritas por la radio, cuándo suena el teléfono y mi padre lo coge y dice "¡patricia es para tí!", cuando como migas de pan, cuándo veo el club de la comedia, pienso..."¡qué diferente hubiese sido todo si nuestros caminos hubieran seguido juntos, si hubiesen desembocado en uno..!" pero no es así, llevamos vidas paralelas, sabemos él uno del otro, pero nuestras vidas no llegan a intervenir en la del otro, como dos gotas de agua que echan una carrera por la ventana que fue mi rostro.
Mentiría si dijese que de vez en cuando no te echo de menos, pero entonces recuerdo y el pasado puede doler, pero no se puede cambiar, y en vez de coger el teléfono y marcar tu número esperando a que tú decidas cogerme el teléfono y reírte en mi cara, en vez de esconderme, de evitarte...elijo seguir, avanzar, caminar, porque sé que nos volveremos a ver algún día, no hoy, ni mañana, ni dentro de un mes, quizás pasen un par de años hasta que volvamos a compartir una mirada de sorpresa o quizás no, no me licenciaré en absurdas supersticiones, porque desde aquel día, yo decidí pensar en el futuro, vivir el presente sin dejar que me amargue el pasado...pero aprendiendo de este.