Esta no es una carta de rendición por una lucha que no he podido ganar, tampoco es una carta de despedida, porque quizás...algún día, la vida quiere que nuestros caminos se vuelvan a unir pero seguramente ya no será como los adolescentes que somos, que se quisieron tanto y dejaron de hacerlo por todo el daño que les causó el tiempo, los engaños y los secretos.
Puede que, la próxima vez que se vuelvan a cruzar nuestras vidas, cuando te vea y te diga "Hola viejo amigo...¿Qué tal todo? Espero que aprovechases mi partida" no sea si no el deseo de querer decirte "te echo de menos" y así lo espero, ya que hay pocos sufrimientos que no sean causados por enfermedades que hagan tanto daño como es el seguir enamorado de una persona que dejó de corresponderte. Que simplemente sea, una muestra del aprecio que te tuve en su día y no te recuerde ya por el daño, si no, que en mis ojos se refleje la estela de una niña que llegó a quererte tanto que fue lo que la quitó las ganas de volver a formar parte de la vida de otra persona de esa forma, la estela de una chica corriente algo peculiar en muchos sentidos pero que entre todas las personas del mundo, de las que formaban su mundo, tú fueras la cúspide de todas ellas...la estela de una persona que te dañó y a la que dañaste, simplemente por no querer caer en tu olvido, porque si te duele, es que te importa.
Me gustaría creer, aunque esto no es posible, ya que después de todos estos meses, después de todas esas señales que tú me negabas en su momento pero que hoy me reconoces y veo ciertas, después de todo, me encantaría creer que aún te importo, que no habrá daño tan grande que sea capaz de echarme de tu mente... pero no puedes echar de tu pensamiento algo que desde hace meses, se esfumó. Por lo que hoy, mi tesoro más preciado,el amor mejor conjugado, por fín acepto que nuestros caminos se han bifurcado, y que a partir de ahora cada uno vivirá por su lado.
Y es por eso por lo que te escribo, así me despido. Siento el daño causado; siento los mensajes de texto mal intencionados; siento haberte hecho perder el tiempo; siento las lágrimas que derramaste, siento que de ellas encontraras consuelo en los labios de otras personas; siento mis cambios de humor; mis bajones porque no dejó de extrañar a aquel niño que me cogía de la mano, que no paraba de besarme, que me chupaba la cara y se reía a carcajadas y después de eso me cogía el rostro entre sus manos y volvía a besarme; pero sobretodo, siento no haber entendido todas las pistas que me dabas y luego negabas.
Te quiero, te quiero mucho, pero es tanto el rencor que siento hacia ti, que a la vez que te quiero y deseo abrazarte, te odio y deseo apartarme.
Adiós no, porque decir adiós significa olvidar y yo nunca te olvidaré, siempre me acuerdo de todos los que se van...así que dejémoslo en un "hasta más ver, compañero, sé feliz y que te vaya bien"
Sigue creyendo en algo mejor, por mí.
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