Se apagan los focos y empieza el concierto...

Sólo le pedimos un poco más al tacto, entrelazar nuestros cuerpos entre las frías sábanas sin hacer nada, sólo mirarnos a los ojos y sonreírnos...
Te recorrí la espalda con los dedos mientras estabas tumbado mirándome fijamente, dibujandote espirales en la piel, haciendo que esta respondiera al tacto, no te vi moverte, solo sonreírme y como respuesta te regale uno de esos besos que tanto me gustaban darte...dios, lo que daría por poder repetir una de esas tardes tumbados en mi cama, recordantote lo mucho que te quería a cada instante y tu contestandome que las palabras se olvidan, los hechos no.