Erais jóvenes, derramabais euforia por la barra, cantabais y gritabais, entre la tenue luz de la taberna y el humo de cada cigarrillo se escondían veinteañeros saltando como locos, riendo y recordando a los que tan pronto por meterse en aquella escena se fueron, viejos tiempos que recuerdan ahora al escuchar canciones que hace 20 años eran éxitos entre ellos y que ahora el mundo tiene suerte si los llega a escuchar.
Hay locuras que son poesía, hay locuras de un raro lugar. Hay locuras sin nombre,sin fecha, sin cura...que no vale la pena curar.
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